29 de abril de 2020

El papel de las fuerzas Armadas hoy.

Desde pequeño siempre tuve la idea de formar parte de las fuerzas Armadas, por ello cuando terminé  mi estudios secundarios, adelanté mi reemplazo y me incorporé al servicio militar en El Parque de Ingenieros de La Cuesta, Tenerife, consiguiendo el ascenso a cabo y mi preparación a cabo 1º y  el acceso a la Escuela de suboficiales de Talar.
Circunstancias que no viene ahora a desarrollar, me hizo perder  en poco tiempo todo lo pensado e ilusionado, a lo largo de mi adolescencia y juventud, al caer enfermo y tener que dejar el ejército.
Esto supuso un cambio de rumbo inmediato, para mi, como esta pandemia del COVID-19, ES PARA TODO EL MUNDO.
Para mi supuso tiempo de recuperación, ruptura de relación con mi novia de toda la vida, dificultades de emprender nuevos estudios, al perder la capacidad memorística, etc...
Con esfuerzo y afán de superación empecé estudios universitarios, que con mucho esfuerzo, conseguí sacar, después saqué un Experto Universitario en Internet y sus Aplicaciones,  y Técnico en Educación Vial, así como autodidacta en Hardware y software.
Seguí con innumerables horas de formación curricular, en relación con mis estudios universitarios, B1 en Francés, etc....
Mientras tanto mi deseo de ser militar, siempre estaba presente, hasta que una tarde  de primavera, por casualidad, me encuentro con un vehículo informativo del ejército en el que existía la posibilidad de ser militar en la Reserva Activa.
Me pongo a ello y cuando me presento, consigo pasar el Psicotécnico y el periodo de campamento y de activación primera, consiguiendo el grado de Alférez R.V del ejército de Tierra.
Desde entonces siempre he defendido que los ejércitos, en el siglo XXI, no pueden ser armas de guerra tradicional, La COVID-19,  me lo confirma, un ejército técnicamente preparado, no sirve para hacer la guerra contra un enemigo  tan ínfimo  e invisible, como tradicionalmente conocemos la guerra.
Sin embargo si sirve para ayuda en catástrofes, en crisis sanitarias,  y en ayuda a la sociedad en situaciones  de dificultad como la Pandemia de La COVID-19.
Las FF.AA. del siglo XXI y futuro  debe ser fuerzas de choque contra catastrofes naturales, sanitarias, informáticas, contra el mal tecnológico y al servicio de la humanidad, pero no una FF.AA para conseguir, por la fuerza de las armas beneficios económicos, con falsas ayudas a una población  o la falsa existencia de Armas nucleares, en determinadas manos, sino para ayudar a la humanidad  y a este planeta a desarrollarse con un equilibrio sostenible.
Este es el papel que deben tener los ejércitos del  futuro, para ello, nuestros políticos deben prohibir , en todas las naciones las armas de destrucción masiva, y de amenazas contra otras naciones, y crear una especie de liga al estilo de la cuadrupe alianza del siglo XIX, y no  una NU sin peso real y con el veto de los de siempre.









Ser funcionario Hoy.

Cuando a finales del siglo  XV  se inicia las primeras personas que crean el cuerpo inicial de lo que después seria las instituciones del estado y la hacienda pública, para administrar los impuestos y crear servicios  a la sociedad, se estaba generando  la base  del bienestar social, que  a lo largo de los sucesivos siglos se ha formado, y contra los mismos estaban siempre la nobleza, la cual se enriquecía y mantenía de la realización de servicios de recaudación, que realmente eran en su propio servicio.
Hoy día una sociedad sin sus funcionarios seria imposible desarrollarse, La COVID-19,  nos lleva a afirmar que el trabajador  público  permite vertebrar y desarrollar la sociedad que nos hemos dado, , son el alma principal de una sociedad con servicios públicos de calidad,  por lo tanto desarrolla la sociedad y la vertebra, además de darle y proveerla de las infraestructuras necesarias para su desarrollo.
Ser funcionario conlleva  ser servidor público,  no es un privilegiado, sino el vertebrador de los servicios sociales.
Esta crisis de  politica, sanitaria, social, económica, laboral y mundial de 2020, sirve  para poner  a los trabajadores públicos en el lugar  que deben estar, y que determinadas políticas le quieren negar en su propio beneficio,  manipulando la opinión pública ideologizada por las élites políticas y sociales a las que quiere imitar, y a las que nunca les dejará acceso.
En definitiva ser funcionario debe ser, como dice su vocablo, persona que  realiza una función pública al servicio de la sociedad, de la que forma parte, y no una élite que se aprovecha de su posición para tener unos privilegios.
De igual modo la sociedad debe reconocer su valor y rol, no solo en circunstancias como la del Covid-19, sino en el día a día, respetarlo y valorando en su justa medida su trabajo y función social.




EUROPA NECESITA MOVILIZARSE EN 2024

El próximo 2024, la UE  renovará su parlamento y sus dirigentes en la próximas elecciones, para un periodo de 5 años.  https://elections.eur...