Desde la llegada de la Democracia, Andalucía ha sido fiel al
socialismo que emanaba del partido que lleva sus siglas.
Los políticos socialistas, han hecho de esta tierra su
cortijo particular, su empresa y su clientela propia, con la que pensaban
perpetuarse en el tiempo. Dice el refrán, "cría cuervos y te secarán los ojos",
mientras que esos cuervos eran pequeños y estaban alimentados, el nido estaba
estable.
Se creían que la intolerancia, el despotismo, la
corrupción, la osadía, el atrevimiento, la prepotencia de muchos de ellos, no
pasaría, un día factura.
sin embargo, much@s los decíamos “ lo que no hagáis por cambiar
vuestra ceguera, prepotencia y la situación a la que habéis llevado a este
pueblo, las urnas lo harán. Tal era su fe en el éxito, que los oídos eran
sordos; pero cuando se presenta dicha realidad, no sólo no se lo quieren creer,
sino que los culpables son l@s demás: la política del gobierno central, el
mismo que desde Andalucía se quería que no llegara a ningún sitio, su tolerancia
y búsqueda de una solución dialogada con el independentismo catalán, la
abstención de sus votantes, los socialistas que se han quedado en casa, etc.
etc , y no el hastío o hartazgo de
sus malas políticas. Todo menos reconocer sus errores y sus políticas llevadas
a cabo en los últimos años, y su acercamiento al neoliberalismo.
El pueblo andaluz, es viejo y, por lo tanto, sabio, y está
harto de tantos lustros de sufrimientos y de abusos, los cuales se empezaban a
ver, en las políticas aplicadas a sus conciudadanos. recortes, sin bajada de
sus sueldos, ERES, perdida de la sociedad del bienestar, falta de servicios,
etc. etc...
Este pueblo, ha
sabido usar el instrumento más eficaz para decir, basta ya, las urnas, el pasado 2 D, y eso es lo que ha hecho, este
viejo y sabio pueblo andaluz, decir fuerte y claro: no más clientelismo, favoritismo,
políticas neoliberales y alejadas de sus ciudadanos. ¡BASTA YA!