Un patriciado en la
España del Siglo XXI
Nunca pensé que en un sistema
democrático, en un país avanzado, política y socialmente, se tomaría y legislaría normas que crearan una situación
de indefensión de los ciudadanos, por
culpa de sus propios representantes, elegidos democráticamente.
Allá por el siglo VI a.C, los
aristócratas Sólón, Clístenes, Pericles, hicieron reformas, en La Atenas Griega,
que dieron paso a un nuevo sistema de gobierno en donde la ciudadanía podía participar en sus nuevas
instituciones, y con ellas potenciar al ser humano individuo, y a su colectividad.
Es increíble que 2500 años
después, la democracia española acepte la
redacción de leyes antidemocráticas, impositivas represivas y coercitivas sobre sus ciudadanos
y en contra de su propia carta magna:
Derecho a un trabajo, derecho a
la libre manifestación, a un hogar, a la libertad de expresión y manifestación, etc…
Todo eso se ve sancionado en nuevas leyes, nuevos decretos, creando la indefensión del individuo, del
ciudadano, en favor del propio “representante de la plebe”, protegiendo, tales
normativas la figura del nuevo noble del siglo XXI: el político actual, y al verdadero gobierno encubierto:
El neocapitalismo.
¿A cuantos años luz estamos de la
sociedad anglosajona, escandinava o canadiense?, por poner solo tres ejemplos
de democracias avanzadas.
Recordando los años de mi
juventud, y sin quitar ninguna coma a lo que significa una dictadura para la
ciudadanía, nunca vi ni conozco, por estudios o historias de la familia, tantos
recortes sociales, como esta derecha recalcitrante está introduciendo en la
España del Siglo XXI
Recortes en derechos
individuales, en derechos colectivos, en derechos sociales, económicos,
políticos, etc., etc.
Está claro que los asesores y políticos saben utilizar la ignorancia popular, la desinformación
ciudadana, el silencio administrativo, la no irradiación social de la
información política hacia toda la ciudadanía, para ellos hacer y deshacer a su
libre albedrío
Leyes como la Ley de Seguridad ciudadana, , con su
enmiendas hacia la actuación de la seguridad privada, como verdaderos policías,
la engañosa ley hipotecaria, y la no
aceptación de lo acordado en el Tribunal Europeo sobre las hipotecas y si la rápida
actuación sobre la Ley de excarcelación
de asesinos, indica la gallardía de nuestros
actuales políticos, comprados por el poder financiero, y atraídos por don dinero, sin importarle
realmente la verdadera función que el pueblo les ha encomendado: perfeccionar
la Democracia para una mayor convivencia, libertad, tranquilidad, bienestar y concienciación ciudadana.
El silencio impuesto a los suicidios
sociales por los desahucios, a los reclamos sociales sobre leyes injustas, como
la las que mantiene aún vigentes las clausulas suelo, las políticas en contra
de las decisiones de protección
ciudadana como la ley del medicamento en Andalucía, que luego la aplican en
leyes de defensa, las asfixias políticas y económicas hacia gobiernos de
diferente color políticos, etc, etc, dicen mucho de la verdadera formación
democrática de los actuales gobernantes .
Para terminar vuelvo a pedir que
seamos conscientes del gran poder que tenemos hoy los ciudadanos, en las
próximas elecciones y sucesivas, con nuestro voto, podemos y debemos cambiar
radicalmente el panorama político de nuestra piel de toro, ni unos ni
otros, nuevos totalmente, si
queremos dar la primera lección de
democracia sin violencia, con el arma
del pueblo: su voz y su voto…………….